Con una prosa pulida y libre de complejos, en este libro se cartografían las experiencias que dan forma a una vida. Ubicando el presente en un punto donde lo interior y lo exterior configuran un espacio único de reflexión, se otorga un nuevo significado a los recuerdos y lugares de una vida, los huecos que van dejando las relaciones, los pequeños golpes, los miedos y dolores prolongados en el tiempo que derivan en un presente crítico.

En este libro no hay secretos, pero sí discreción, para situarse en lo que no está dicho pero está queriendo salir a flote. 

Tania Padilla va más allá del desahogo para contar una historia (su historia) con tranquilidad, pero con la agilidad y sencillez que asociamos al disfrute.