Ramón Loureiro regresa con unos nuevos diarios en los que, entre el aroma de su tierra —la Última Bretaña—, y la nostalgia por los viejos amigos, reflexiona sobre el paso del tiempo, los placeres simples de la vida como la lectura y el buen café, y la soledad que lo acompaña en este viaje por la memoria.
 
A través de una escritura íntima y envolvente, Loureiro teje un relato profundo «hasta la última hoja del cuaderno, hasta el último aliento» en compañía de los personajes que han marcado su vida y obra, mientras el tiempo destruye, poco a poco, el mundo al que pertenece.